El lado oscuro
Cuando los días
se arrastran en tu cerebro,
se vuelven
oscuramente insoportables.
Un mundo
hecho de cuatro paredes,
sin ventanas posibles
a la esperanza.
De paraísos artificiales
se alimenta tu monstruo particular,
que acecha en cada uno
de tus pensamientos.
Sabes muy bien
que su voracidad
no tiene límites ni compasión.
Levántate.
Aparta las sábanas,
humedecidas por la impotencia
y el fracaso.
Abre ya la puerta,
que es también para salir.
Un sinfín de pequeñas cosas
te esperan.
De Solsticio y cigarras
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4 mayo, 2015 a 12:42
El lado oscuro, zona llena de encanto y reconocimiento, si se sabe apreciar entre tanta oscuridad los reflejos brillantes que traspasan por entre los muros de nuestros propios pensamientos.
Si existe la luz, así mismo, también debe existir la oscuridad.
Ningún miedo, ningún bloqueo desgarrado, en la oscuridad soy yo.
Es un placer el lado oscuro, cuando “aprendemos a observarlo”.
Gracias, una vez más–
4 mayo, 2015 a 23:14
Gracias a ti, Marielh, por tu comentario tan poético. Realmente el lado oscuro forma parte de todos nosotros y debemos saber convivir. Un beso.