Monjes y guerreros

Saber y poder han marchado siempre unidos en la historia desconocida del hombre. Y, en este sentido, los templarios constituyen un ejemplo que pervive, aunque el tiempo y sus detractores hayan hecho secularmente todo lo posible por borrarlos del recuerdo. De esta manera Juan García Atienza –escritor e investigador– define los ejes de la Orden del Temple. Su magnitud llegó a hacer sombra a poderosos reinos de la Edad Media. Esto sin duda contribuyó a su trágico final, cuando el monarca de Francia, Felipe IV, –aliado con el Papa Clemente V– ordenó la detención de aquellos santos caballeros y la confiscación de todos sus bienes. Es incuestionable que la Orden contaba con un gran poder económico. Poseían encomiendas, castillos, fortalezas y una flota propia. Su economía se basaba en dos instituciones. Una es la banca. Llevaban las cuentas corrientes de los particulares que les confiaban su dinero. Asimismo la gente les dejaba en depósito sus bienes materiales. Incluso se convirtieron en tesoreros de los mismísimos reyes de Francia e Inglaterra. Crearon la contabilidad moderna, introduciendo pagarés y letras de cambio. Y la otra institución es la encomienda. Se trata de un bien inmueble y territorial que se forma gracias a donaciones. Su red de encomiendas derivó a su vez en una red comercial a gran escala en todo el Mediterráneo. Toda esa intensa actividad económica les permitió financiar sus Cruzadas en Tierra Santa. Por otra parte el comercio de reliquias también aportó considerables ingresos a sus arcas. En relación a este asunto, se dice que custodiaron objetos tan preciados como el Arca de la Alianza o el Grial. Incluso se ha llegado a sugerir que lograron cruzar el Atlántico y traer las riquezas del mítico Dorado. En definitiva, un increíble tesoro el de los Templarios, del cual no queda misteriosamente rastro.

Monjes y guerreros

Una respuesta to “Monjes y guerreros”

  1. […] en un anterior post hablaba sobre el poder basado en la economía de estos monjes guerreros, en esta ocasión quiero […]

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